Última actualización: febrero 20, 2022
Al hablar de contracciones de parto, seguramente, tu mente viaja al instante preciso de dar a luz al bebé. Sin embargo, hay otros tipos de contracciones que también se hacen presente durante el embarazo. Todas, suelen ser musculares pero, estas no son las mismas, pues, se pueden diferenciar por sus cualidades, funciones y sensaciones que producen. En este post, descubriremos las principales características para distinguir las contracciones. Asimismo, describiremos las diferentes contracciones que aparecen durante la gestación. ¡Vamos!
Para comprender los tipos de contracciones de parto, lo ideal es considerar el órgano encargado de producirlas, ese no es más que el mismo útero. Este músculo, tiene la capacidad de contraer, relajar y/o presionar tanto como para producir la expulsión del bebé al exterior.
En este sentido, las contracciones de parto, son el medio para que el útero haga su estiramiento y adaptación para el momento de dar a luz. Incluso, esta preparación es un ejercicio que el útero realiza durante toda la gestación, lo que significa que siempre estarán presentes, solo que son tipos de contracciones diferentes.
Para poder distinguir los tipos de contracciones que existen, primero debemos conocer los principales factores en nuestro cuerpo que permiten estas diferencias. Entre ellos, tenemos:
Las contracciones son el resultado de movimientos que se experimentan en el útero de forma involuntaria, lo cual puede ocurrir en cualquier momento de la gestación y, obviamente, del parto. Es muy común que las madres primerizas se asusten al sentirlas pero, prácticamente, estás se presentan durante todo el proceso, así que es mejor conocerlas.
En este sentido, hay 6 tipos de contracciones a experimentar durante la gestación. Estas son:
Este tipo de contracciones suele aparecer durante las primeras fases del embarazo y se presentan hasta la semana 28. Normalmente, son contracciones cuya intensidad es relativamente baja, por lo que, no son muy fáciles de captar por la futura mamá.
Generalmente, la intensidad es menor a las otras y son producidas en diminutas zonas del útero. Se describen como un intenso cosquilleo y la razón de su presencia son los movimientos que hace el bebé dentro del útero.
Hacen referencia a las distintas contracciones que inician en una determinada área y terminan extendiéndose por todo el útero. En este caso, también son producidas por los movimientos del niño pero, además, influyen los esfuerzos y posiciones que la futura mamá adopta.
Estas, por su parte, comienzan en una zona extensa del útero, no son dolorosas y producen el endurecimiento de la tripa. Se presentan en el tercer trimestre de gestación, sin embargo, a algunas mamás se les presenta en el segundo trimestre (siendo normal). Suelen ser irregulares, con una intensidad y frecuencia relativamente baja, su duración podría variar de medio minuto a un minuto.
También conocidas como previas o contracciones de preparto. Tienden a ser más intensas en comparación a las anteriormente descritas. Suelen presentarse pocos días antes de que comience el parto, sin embargo, no lo son. Se les llama previas o preparto porque anuncian que la hora de dar a luz se está acercando, por lo que podrían ser más incómodas o dolorosas.
Estas son la recta final para tener a tu bebe en los brazos. Suelen ser más regulares y de gran intensidad, de hecho, son las que poseen mayor intensidad entre las diferentes contracciones.
Es casi imposible no reconocerlas, ya que tienden a presentar dolor y su duración también es mayor, variando de 30 a 60 segundos. Estas dan lugar a las dilataciones y acortamiento del cuello uterino para acabar en el nacimiento del bebé.
Ahora que conoces todos los tipos de contracciones que se presentan durante la gestación, es mucho más sencillo distinguirlas cuando aparezcan.
Básicamente, son 6 tipos de contracciones para preparar el parto. Por lo que resulta necesario que la futura mamá sepa de cada una de ellas, así no se asustará en el momento que se presenten.
Se presentan en las últimas fechas del embarazo. Así, son las que presentan una frecuencia de ritmo (generalmente, 3 contracciones por cada 10 minutos). Son de intensidad fuerte y se manifiesta en la dureza de la tripa.
Además de ser las más dolorosas y duraderas, son las más intensas. Duran entre 60 – 90 segundos y la intensidad sobrepasa los 30 mmHg, llegando incluso, a los 60 mmHg.