Última actualización: julio 9, 2022
Si llegaste a las 38 semanas de embarazo, debes saber que el parto puede suceder en cualquier momento. Aunque tu bebé puede tardar un poco más en nacer, debes estar preparada y atenta a todas las señales. En este punto de la gestación, tu hijo ya está lo suficientemente formado para sobrevivir en el exterior. En este artículo, te contamos los cambios que ocurren y los aspectos más importantes que debes tener en cuenta en la semana 38.
A las 38 semanas de embarazo el bebé ya está completamente formado, así que puede nacer en cualquier momento. En este punto, pesa, en promedio, 3,000 gramos y mide cerca de 48 cm, aunque puede variar según su sexo y su genética.
Algunos sistemas, como el nervioso y el circulatorio, seguirán desarrollándose, incluso después del parto. Pese a ello, en la semana 38 el bebé ya tiene los órganos lo suficientemente formados para sobrevivir fuera de su mamá.
Como su cuerpo se está preparando para la vida fuera del útero, el lanugo y el vérnix caseoso comienzan a desaparecer. Así mismo, se empieza a acumular grasa en el cuerpo del bebé, lo que le ayudará a evitar el choque térmico una vez se exponga al exterior.
En las 38 semanas de embarazo, los genitales de tu hijo o hija ya están bien formados. Si es de sexo masculino, los testículos ya descendieron al escroto y, si es de sexo femenino, los labios de la vulva ya están formados.
Probablemente notes que tu barriguita está más baja, pues el bebé ya está encajado. La buena noticia es que no seguirás ganando kilos después de este punto. De hecho, el único aumento de peso que se puede dar es producto de la acumulación de líquidos.
En la semana 38 de embarazo, la cantidad de líquido amniótico disminuye porque la placenta ha envejecido. El envejecimiento placentario se mide en una escala de 1 a 4, aunque normalmente se indica en números romanos (I, II, III y IV). El grado 4 es el que indica más envejecimiento, por lo tanto, en esta semana será de 3.
Además, puede que presentes edema en las pantorrillas y tobillos producto de la retención de líquidos. Esto sucede porque en las últimas semanas de gestación aumenta la volemia, es decir, la cantidad de sangre que circula por tu cuerpo. Además de que el útero comprime las venas iliacas.
Debido al encajamiento de tu hijo puedes tener dificultades para dormir, principalmente por el volumen de tu pancita y la ansiedad por la proximidad del parto.
Además, por el encajamiento del bebé en la pelvis es normal sentir algo de dolor púbico y de presión en la vejiga. Como este órgano está comprimido por la posición que tu hijo ha adoptado, es natural que sientas la necesidad de ir al baño muchas veces.
A las 38 semanas de embarazo, los síntomas más importantes para tener en cuenta son aquellos que indican el inicio del parto. Experimentarás las contracciones Braxton-Hicks, que son las que ayudan a preparar el útero para las contracciones que tendrás al momento del parto.
Por ello, debes estar muy atenta a la frecuencia de las contracciones y a la pérdida de líquido amniótico. Estos serán los signos clave para saber que el trabajo de parto ha comenzado.
En este momento puede ocurrir la pérdida del tapón mucoso, lo que significa que hay algo de dilatación. Por lo tanto, tendrás un ligero sangrado. Esta situación es normal, pero si el sangrado es abundante, es indispensable que seas valorada por un médico para asegurarte de que todo está bien.
Solo el 5% de alumbramientos ocurren en la fecha prevista, por lo que tu bebé puede nacer pronto o tardarse un poco más. Sin embargo, la semana 38 hace parte de la zona de parto, por lo que debes estar preparada para que pase en cualquier momento.
Como el parto se aproxima, es muy importante que tu tensión arterial esté monitoreada y controlada, debe permanecer inferior a 140/90. Lo ideal es que asistas a los controles prenatales cada semana, para que tu médico evalúe cualquier signo de riesgo en ti y en el bebé.
Es de gran importancia que en estas últimas semanas te dediques a descansar, pues la falta de sueño y los cambios hormonales te pueden agotar demasiado. Para muchas mujeres, la postura más cómoda para dormir es de lado, en especial, del izquierdo.
Finalmente, si es la primera vez que darás a luz, la semana 38 de embarazo es el momento ideal para que termines de prepararte para el nacimiento. Resuelve cualquier duda que puedas tener y no temas preguntar a los profesionales de la salud sobre cualquier inquietud que te surja.
Puedes presentar dolor pélvico, presión en la vejiga y contracciones de Braxton-Hicks, que son las que preparan el útero.
Las contracciones se harán más frecuentes y el líquido amniótico comenzará a salir.
La primera señal es la pérdida del tapón mucoso que se presenta como un ligero sangrado.