Última actualización: julio 9, 2022
A las 37 semanas de embarazo empieza el conteo regresivo. Ya estás preparada para el feliz encuentro. El bebé está calentando motores y en cualquier momento llegará a la meta. Es hora de empezar los preparativos para recibir al nuevo integrante de la familia. Tu cuerpo y el de tu bebé experimentan cambios como pérdida del tapón mucoso, sangrados de cuello uterino y algunos vaivenes emocionales que te quitarán el sueño. Al final te dejaré algunos consejos que te ayudarán a sentirte segura mientras esperas.
Con 37 semanas de embarazo tu bebé pesa alrededor de 2.900 gramos y mide unos 47 centímetros. Pasa de ser prematuro a un bebé a término. Su desarrollo continúa con aumento de peso (12 gramos por día) y sus movimientos indicarán que se está poniendo en forma para iniciar la carrera.
En esta etapa, su cabeza se encuentra encajada entre los huesos de la pelvis. Sin embargo, puede ocurrir que, en lugar de su cabeza, se posicione de pies o de nalgas en el canal del parto. Dicha posición se denomina presentación podálica. Dado el caso, los profesionales de la salud tomarán la decisión de programar una cesárea. Porque el bebé ya no será capaz de cambiar de posición.
En esta etapa de gestación tu cuerpo puede experimentar cambios fisiológicos y psicológicos. Pero no te preocupes, todo hace parte del maravilloso proceso de ser madre. Puedes sentirte más hinchada y con mayor pesadez en tu cuerpo.
Tu estado emocional también se ve afectado, aparecen situaciones emocionales como irritabilidad, sensibilidad constante e incluso fluctuar entre ambos. Sin embargo, son pasajeros, porque durante el puerperio irán desapareciendo y notarás cómo aparece la estabilidad emocional.
También tendrás temores, ansiedad, estrés o sentimientos encontrados, que tienen un impacto importante en el proceso del parto, incluso posterior al nacimiento de tu niño.
Es posible que se presente un leve sangrado del cuello uterino, denominado también sangrado cervical. Ocurre porque el tejido que lo conforma se hace más delgado y se va dilatando por el comienzo de las contracciones.
Durante esta semana también ocurre la expulsión del tapón mucoso. El tapón mucoso es la barrera que se forma desde el principio del embarazo. A medida que se va formando el bebé se requiere aislar en el interior del útero para que el embarazo sea protegido y resguardado de infecciones y bacterias.
Cuando llegas a las 37 semanas de embarazo, se presenta la expulsión del tapón mucoso, como una secreción pegajosa, transparente, de color café o marrón. Pero esto no debe ser motivo de preocupación y puedes seguir con tu vida normal, esperando el anhelado encuentro.
Es importante tener presente que, ante cualquier secreción de sangre abundante, lo mejor es consultar con tu médico.
La alimentación en el embarazo es un factor fundamental que contribuye al nacimiento de un bebé saludable y con el peso ideal.
La segunda recomendación es que, a partir de la 37 semana de embarazo, la frecuencia de los controles es semanal. Debes cumplir las citas programadas por el proveedor de salud, hospital o centro médico, donde se realizarán exámenes de rigor que te ayudarán a conocer el estado de salud del bebé. De esta forma, estarás segura de que todo está en orden.
Puedes encontrar más información y recomendaciones en nuestro artículo 10 errores en el embarazo más comunes, para llevar a feliz término tu gestación.
Ahora, es preciso poner en práctica todo lo que aprendiste durante los controles prenatales, técnicas de respiración, relajación e involucrar al resto de la familia en el proceso para que puedas sentir su apoyo y comprensión durante la recta final.
El cuello uterino empezará a dilatarse. Puede que expulses el tapón mucoso que ha protegido el útero contra las infecciones durante este tiempo, porque inician las dilataciones de tu cuello uterino.
En esta etapa ya se considera un bebé a término. Seguirá creciendo y ganando peso. Debe tener su cabeza posicionada en el canal cervical, de lo contrario, se deberá programar el nacimiento por cesárea, porque cuando se encuentra de nalgas no podrá nacer de forma natural.
Debes consumir muchas proteínas para el crecimiento del bebé. Entre las principales fuentes se encuentran las carnes, pero puedes optar por frijoles, arvejas o frutos secos.