Última actualización: julio 2, 2022
El tiempo avanza y ya tienes 30 semanas de embarazo. Son días de muchos cambios en tu organismo y en tu vida como futura mamá. También tu bebé presenta avances significativos en su desarrollo. Y sin duda esas transformaciones ocurren de la mano de profundas emociones. Ocúpate de mantener el bienestar que has tenido hasta ahora. Conviene que conozcas sobre la madurez y desarrollo normal del bebé a estas alturas de la gestación. También sobre los cambios que presenta tu cuerpo y los síntomas que usualmente acompañan a esta semana del embarazo.
A las 30 semanas de embarazo, normalmente el tamaño del feto puede compararse con el de un repollo. Su peso aproximado es de 1,3 kg, medirá cerca de 38 cm y su posición es con la cabeza hacia abajo.
Tu pequeño perderá la mayor parte de los vellos finos que cubrían su piel, llamados vellos lanugos. Al nacer podrás observar cuánto lanugo ha perdido en comparación con los que aún conserve en sus orejas, hombros o espalda. A las treinta semanas de desarrollo normalmente comienza a crecer y engruesar su pelo.
Su piel comienza a estirarse y lucirá menos arrugada debido a la grasa que está acumulando. Así mismo, los huesos del bebé empiezan a endurecerse y su sistema nervioso ya le permite tener movimientos más complejos. Tu bebé ha crecido y su comportamiento se ajusta al reducido espacio que tiene en el útero para moverse.
A estas alturas tu bebé puede presentar hipo ocasionalmente, por lo que podrías sentir movimientos rítmicos en tu vientre. Son manifestaciones normales de su desarrollo.
Esas treinta semanas de gestación representan siete u ocho meses, debido a que no hay una coincidencia exacta entre las semanas y meses de embarazo. Pero lo que es invariable es que durante esos días ocurran nuevos e importantes cambios en tu cuerpo.
Se acerca la fecha del parto y es normal que sientas ansiedad o el estrés haga serios intentos por perturbarte. Así que debes trabajar con tus propias reservas emocionales para mantener el equilibrio de tu cuerpo y tu mente. Es prioritario que estés tranquila, que no te sientas abrumada ni fatigada.
Si requieres algún tipo de apoyo, te vendría muy bien informarte sobre las técnicas de la respiración que te ayudarán a relajarte. A muchas embarazadas les asienta bien oír música o practicar yoga prenatal. También es conveniente que lo hables con tu médico, sus recomendaciones te ayudarán a avanzar más serenamente.
Con 30 semanas de embarazo sentirás molestias asociadas al peso de tu abdomen. También observarás cierto grado de hinchazón en tus manos, tobillos y pies más que todo en horas de la tarde. Evitar ambientes calurosos y procura bajar los niveles de la sal en los alimentos, esto ayuda a no retener tanto líquido.
Hay varios síntomas que normalmente aparecen a las 30 semanas de embarazo. Con frecuencia puedes sentir opresión a nivel de tu abdomen cuando te sientas cansada o estés algo deshidratada. La falta de aire que a veces se presenta mejorará cuando el bebé descienda hacia tu pelvis por la proximidad del parto.
También puedes sentir acidez estomacal y contracciones uterinas, pero no te preocupes, no necesariamente anuncian el inminente nacimiento de tu bebé. Es tu cuerpo, que sabiamente se está preparando para el momento del parto.
Son contracciones de intensidad creciente a medida que se acerca el momento de dar a luz. Pero, si notas que esas contracciones se hacen muy intensas, lo aconsejable es consultar con tu médico para que haga una evaluación de tus síntomas. También puede aparecer una diarrea ocasionalmente.
Ten presente que a las 30 semanas de embarazo también se te pueden presentar calambres recurrentes. Puedes sentir picor o picazón en tus partes íntimas. Esto está asociado al estiramiento y resequedad que allí sufre la piel por esos kilitos de más que siempre se ganan durante el embarazo. Hidratar la zona alivia mucho.
Todas las decisiones a tomar deben estar en sintonía con tu estado general de salud. Pero, si tu médico luego de evaluarte te da permiso para organizar un viaje de placer, ¿por qué no hacerlo? Con tu pareja o con amigos, un viajecito sin excesos de tu parte es una fuente de esparcimiento siempre necesario.
Todo va bien. Estás felizmente en la 30 semana de embarazo. Así que a seguir cuidando de tu dieta para que tu bebé continúe desarrollándose normalmente. Aliméntate sana y balanceadamente, consume alimentos ricos en calcio para que tu bebé nazca con sus huesos fuertes. Los suplementos resultan de gran ayuda.
Asesórate con tu médico sobre cómo contar el número de movimientos o pataditas de tu pequeño y verifica que se mueva de forma más o menos constante. Pero no te alarmes si notas un día con menos movimientos, puede ser que tu bebé esté dormido.
Realiza ejercicios físicos con moderación, ello te va a ayudar a contrarrestar la tendencia a ganar peso durante el embarazo. Elige siempre los pensamientos positivos, los procesos químicos que desencadenan traen beneficios para ti y tu bebé.
Pueden aparecer leves dolores abdominales por el aumento del volumen del útero. Por lo que se debe seleccionar cuidadosamente lo que se come en este periodo.
La masa corporal con la que se inicia el embarazo y tu estado general de salud condicionan el aumento de peso que podrás tener. Lo importante es cubrir las necesidades nutricionales, sin excesos.
Suaves masajes y toquecitos a tu vientre lo activarán. También puedes ponerle música a volumen moderado para estimularlo.
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