Última actualización: julio 2, 2022
A las 26 semanas de embarazo la madre está ansiosa por cargar y mimar a su bebé. Sin embargo, la mayoría no conoce qué sucede con el niño, cómo es su crecimiento y los síntomas que podemos llegar a sentir. Además, es en estas fechas cuando el bebé tiene más trabajo: debe adaptar sus pulmones, abrir los ojos, comenzar a estirarse y a engordar de manera rápida. Por otra parte, la futura mamá también experimentará muchos cambios, tendrá nuevos síntomas y muchas preguntas que hacer al doctor. Finalmente, el bebé podrá oírte y reaccionar con pequeñas patadas al escuchar tu voz.
A pesar de que los ojos del bebé aún permanecen cerrados, a las 26 semanas de embarazo ya puede abrirlos y pestañear unas cuantas veces. Es importante saber que es en este tiempo cuando los pequeños pulmones están realizando su mayor labor, es decir, se preparan para respirar el aire que les espera fuera del útero.
Otra característica importante es que, a las 26 semanas de embarazo, el bebé comienza a crecer de manera rápida. Al mismo tiempo, empieza a subir de peso, incluso hasta el doble de lo que ha venido creciendo. De hecho, según las estadísticas, para este tiempo tu bebé debe estar pesando entre los 900 y 907 gramos (2 libras) y medir aproximadamente 23 cm. Además:
Es decir, si se pasan sus manitas por la cara, lo más probable es que se chupen el dedo. Esto lo hacen por instinto, puesto que será su manera de alimentarse.
La piel del bebé no ha dejado de ser traslúcida; sin embargo, esta ha comenzado a tornarse rojiza. Además, el cabello empieza a crecer en su pequeña cabeza, al igual que las pestañas.
La mayoría de las mamás descargan aplicaciones de monitoreo de movimientos. Gracias a estas pueden llevar un control de cada golpecito, patada o cualquier otro cambio del bebé.
Ciertamente, desde que nos enteramos que llevamos un bebé en nuestro vientre comenzamos a hablar con ellos. Sin embargo, no es hasta que cumplen las 26 semanas de gestación que pueden oír claramente nuestra voz.
A las 26 semanas de embarazo la madre comienza a experimentar el final del segundo trimestre. Para aquellas que la barriga no ha aumentado de tamaño de manera significativa, es en esta semana cuando comienza a hacerse más notorio el embarazo.
Además, no solo crecerá el vientre, sino que también los pechos empiezan a doler y estirarse. De hecho, algunas mamás comentan que a las 26 semanas de gestación ya están preparadas para amamantar.
Otros cambios que puedes llegar a notar son estos:
Al ser el bebé más grande, necesitará más de la madre para crecer sanamente, por lo que seguramente querrás pasar horas durmiendo.
Los cambios físicos no son los únicos síntomas que presentan las embarazadas. Existen diversos síntomas psicológicos que pueden aparecer a las 26 semanas de embarazo. Por ejemplo:
Aunque son muy pocas, algunas mamás deciden asistir a un psicólogo y prepararse mentalmente para ser madres. Por otro lado, los síntomas físicos que se presentan en esta semana son los siguientes:
Dichas contracciones son muy parecidas a las que se dan a la hora del parto, no obstante, son menos dolorosas y solo se presentan cuando la mamá ha hecho ejercicio o realizado alguna actividad sexual.
A las 26 semanas de embarazo las mamás ya están preocupadas por el parto, el bebé y todo lo que vendrá después. Es por esto que los expertos aconsejan lo siguiente:
Además de ayudarte a llevar un control sano de la gestación, este tipo de tareas mejorará el estado psicológico tanto de la madre como del bebé.
Lo más probable es que cuando cumplas las 26 semanas de embarazo tengas muchas dudas que resolver. Algunos recurren al doctor y otros al internet. En caso de ser de los segundos, estas son las respuestas:
Principalmente, acidez estomacal. Algunas madres aseguran que las náuseas han cesado; sin embargo, cada mujer es diferente. También dan calambres en las piernas y entumecimiento en las manos (podría indicar síndrome del túnel carpiano).
En general, el feto duerme cuando la madre se desplaza, porque se siente protegido y los gestos cotidianos que realiza la madre facilitan el sueño.
Aumenta de peso de manera constante. Sus pestañas y cabello comienzan a crecer, al igual que despierta su instinto de succión. Además, también puede oír a la madre y dar pataditas más activamente.