Última actualización: mayo 13, 2022
Lo que más destaca en el bebé de un mes es que empieza a ser más activo. Las primeras semanas de un bebé son comer y dormir. Pero al llegar al mes todo cambia: tu bebé pasará mayor tiempo despierto, atento a sonidos y movimientos. También te darás cuenta de que tu bebé aumentará de peso y talla a gran velocidad. Es una etapa de grandes cambios, en su físico y en el desarrollo de sus habilidades. Comenzará a intentar comunicarse, a través de ruidos, movimientos o llanto. Descubre cómo se desarrolla el bebé en este primer mes de su vida.
Peso: entre 3.5kg y 4.5 kg Talla: entre 50 cm y 58 cm |
Habilidades comunicativas: Aunque al mes el bebé no logra diferenciar algunos sonidos, está mucho más atento a los ruidos de su entorno. Presta mucha atención a las voces: es el momento de cantarle y ponerle música suave. Movimiento físico: El bebé estira sus brazos y piernas con frecuencia. Aunque todavía mantiene las manos empuñadas, ya logra llevárselas a la boca. Habilidades cognitivas: Los bebés de un mes ven muy mal los objetos lejanos. Nada de qué preocuparse, la visión se irá normalizando con el tiempo. Pueden seguir el movimiento de un objeto si no es muy rápido. |
Lo más sorprendente en el bebé de 1 mes es la velocidad con la que gana peso y talla. Las mamás se dan cuenta pronto de que la ropita de recién nacido ya ajusta demasiado.
Desde que nace y hasta su primer mes, un bebé gana un promedio de 20 a 30 gr ¡cada día! Así que habrá aumentado de peso entre 600 y 900 gr al cumplir las primeras 4 semanas. Si tu bebé, por ejemplo, nació pesando 3 kg, es posible que al mes llegue a 3.500 o 4 kg.
Por supuesto, estas son cifras promedio y no debes alarmarte si no se corresponden exactamente con el desarrollo de tu bebé. Cada recién nacido crece a su propio ritmo. Solo el pediatra puede determinar con precisión si el bebé está ganando el peso justo.
La talla del bebé tiene mucho que ver con sus genes y con el sexo. Niños y niñas muestran patrones diferentes de crecimiento. La nutrición de la madre antes y durante el embarazo también afecta la talla y el peso del recién nacido.
Al revisar al bebé, el pediatra medirá la circunferencia del cráneo, para determinar el crecimiento del cerebro. También medirá la distancia entre la coronilla y las plantas de los pies. Luego comparará estas medidas con las tablas promedio y analizará los factores familiares.
Como promedio, un bebé de 1 mes gana entre 4 a 5 cm de talla en relación con su longitud al nacer, con una diferencia aproximada de 1 cm entre niños y niñas.
La piel del bebé sufre algunos cambios durante sus primeras semanas. Puede aparecer el «acné del lactante», en forma de pequeños granitos blancos o rojos, en nariz, mejillas y frente. Aunque desaparece por sí solo, trata de mantener limpia su piel.
No te alarmes si ves que empieza a caerse el cabello de tu bebé. Es un proceso normal, que se inicia a las primeras semanas de vida hasta los 3 o 4 meses. Si el cuero cabelludo está irritado, rojo e inflamado, consulta con el pediatra.
Los reflejos del bebé de 1 mes son básicamente los mismos que manifestó al nacer:
Estos y otros reflejos dan información muy importante al pediatra sobre el desarrollo neurológico del bebé.
En esta etapa es notable el cambio en la actividad física del bebé. Empieza a estirar sus piernas y sus brazos, mueve la cabeza para seguir la dirección del sonido y de los objetos en movimiento. Aunque desde el nacimiento hacía algunos de estos movimientos en forma involuntaria, ahora empieza a controlarlos.
Desde que nace, el bebé empieza a captar con sus cinco sentidos todo lo que lo rodea. En ese primer contacto con el mundo exterior, el olfato es el sentido más desarrollado. ¿Sabes por qué? Por supervivencia: el olfato lo guía a la fuente de alimentación: el pecho de su mamá.
Otras zonas sensibles son las yemas de sus dedos y las plantas de sus pies. La estimulación del tacto mediante caricias y masajes favorece el equilibrio emocional del bebé, así como el desarrollo de su sistema nervioso.
Los sentidos del bebé necesitan ser estimulados para su mejor desarrollo. Pero no hay que exagerar: el estímulo brusco o constante termina por causar estrés al recién nacido.
Aunque el llanto del bebé puede causar mucha ansiedad a sus padres, en esta etapa es la única forma que tiene de comunicarles que está asustado, que tiene hambre o siente algún malestar. Por eso no hay que dejarlo llorar sin tratar de descubrir qué le sucede.
El mejor alimento en esta etapa sigue siendo la lecha materna. A esta edad, todavía se debe alimentar al bebé cada vez que lo pida. Si por alguna razón no es posible la lactancia, entonces se alimentará al recién nacido con alguna fórmula artificial. No se debe dar ningún otro tipo de alimento aparte de la leche.
Como el sistema digestivo aún no está desarrollado del todo, en esta edad es común la regurgitación (el bebé devuelve la leche al finalizar la toma). Esto es mucho más común cuando se da lactancia artificial.
Durante el primer mes, el bebé pesará entre 600 y 900 gr más de lo que pesó al nacer. El aumento dependerá del sexo del bebé, sus genes y la nutrición de la madre.
Al mes de nacido, los bebés conservan todos los reflejos que manifiestan al nacer, aunque empiezan a controlar algunos movimientos.
Se cree que los bebés de un mes todavía no distinguen colores, con excepción del rojo, y no ven con claridad los objetos que están a más de 30 cm de sus ojos.